Carta abierta a Louis Van Gaal; (Daniel Cana Moya, 19/11/2002)
Si el objetivo del fútbol fuera la posesión del balón, el FC Barcelona sería el líder destacado de la Liga. Lamentablemente, en este deporte se trata de chutar y de meter la pelotita dentro. La impotente actuación del equipo ¿entrenado? por Van Gaal ha desembocado una vez transcurrida la jornada en el décimo puesto en La Liga tras casi un tercio de la misma, sin una victoria ante ningún rival situado entre los diez primeros de la clasificación. Irureta y Van Gaal han vendido el bodrio del sábado como «partido táctico», uno de los tópicos que más daño hace al fútbol. ¿Es tactica que Van Gaal saque a un sólo delantero, sitúe a Kluivert como mediocampista, ocupe las bandas con Reiziger y Motta que no intentaron el una contra una ni una sola vez? ¿Es táctica mantener el balón en campo propio sin profundidad y chutar una vez a puerta en noventa minutos? Pues si eso es táctica, Van Gaal demostró en Riazor su incapacidad como entrenador. Y no sólo eso, demostró ser pertinaz en el error, cuando en la rueda de prensa posterior al encuentro siguió afirmando que su equipo había jugado bien. Sr.Van Gaal, ¿dónde está el maná que nos prometió? ¿Qué hay de esas frases en la presentación donde decía «el objetivo es ganar un título cada año con un juego ofensivo y atractivo»? No me creo que haya olvidado que en el fútbol hay una cosa llamada extremos…¿recuerda a Finidi, Babangida u Overmars, en su Akax, sr.Van Gaal? ¿Es cosciente de que las dos Ligas que ganó aquí fueron gracias a dos señores que creaban, que arriesgaban, que asistían a sus compañeros por las bandas llamados Figo y Rivaldo? Por lo que parece, no.
Lo peor del pésimo arranque liguero azulgrana maquillado por los seis triunfos europeos (ocho contando la fase previa) ante rivales absolutamente inofensivos y por el tambaleante caminar del Real Madrid no son las derrotas ni esa décima posición; lo más sangrante es que éste equipo sí da sensación de trabajo, no como hacen supuestamente otros. El esfuerzo de la plantilla en cada partido es claro y notorio. El problema es que no dan para más. Dio gusto ver el domingo el R.Madrid-R.Sociedad. En ambos equipos había jugadores de clase, de talento, con gol, con pase…con algo,en definitiva. Nos guste o no, en el Madrid están Figo, Raúl, Zidane, R.Carlos, Ronaldo, Helguera, Guti y Casillas. Y ese equipo, más pronto que tarde despegará. La Real, que jugó por una vez sin arrugarse en el Bernabéu acreditando la justicia de su liderato, opuso la clase de Xabi Alonso y De Pedro, la velocidad de Nihat y la veterania de Karpin y Kovacevic. Se vio fútbol, porque había jugadores que podían ofrecerlo. En cambio, ¿en el Barça? Los partidos reflejan la impotencia de jugadores que ni en sueños habrían soñado vestir esa camiseta. Jugadores cumplidores en su mayoría, pero sin nada especial, planos, mediocres. ¿Qué jugador hay realmente decisivo, que pueda ser considerado un crack del fútbol mundial? Kluivert, a quien usted hace jugar a 50 metros de la portería, Riquelme, al que usted la mayoría de las veces ni siquiera hace jugar. El resto, obviando al pobre Puyol, jugadores secundarios en el panorama internacional. ¿Y el entrenador? ¿De qué le sirve, sr.Van Gaal, trabajar tanto como dicen sus colaboradores, su presidente y usted mismo? ¿Se conforma con haber metido varios goles a balón parado? ¿Cree que eso es mérito de su libreta, o de que casualmente todas esas faltas fueron sacadas por el guante de la bota derecha de Riquelme? Cuando alguien trabaja mucho, mucho y mucho, y obtiene unos rendimientos tan bajos, a eso se le llama incapacidad manifiesta.
Sr.Van Gaal, le aseguro que muchos barcelonistas como yo cambiaríamos los títulos porque de verdad jugara al ataque, sin especular (porque como estará comprobando, se pierde igual con un delantero que con cuatro), por las bandas…en suma, lo que nos prometió a todos los culés. El próximo sábado, ante el Madrid, sabe que 98.000 barcelonistas apoyaremos sin desmayo al equipo, olvidándonos de todo lo ocurrido hasta ahora, para aumentar la racha a 21 añitos de sequía blanca. Pero tras este partido, y aunque ganemos, el debate continuará, porque a la semana siguiente perderemos en Anoeta de forma rácana y sin chutar a puerta. Está dilapidando el crédito que miles de ingenuos barcelonistas como yo le entregamos al inicio de temporada. Y si no se ve capaz de cumplir lo que prometió, demuestre su tan cacareada dignidad, váyase a disfrutar de su casa en Sitges y dimita. Y si no le es molestia, llévese a Gaspart con usted.
Daniel Cana Moya – socio 1509 – Madrid
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